Que bonito es empezar el viaje con amigos, en casas que te tratan con la grandiosidad de un invitado y la naturalidad de un día de diario. Disfrutar de un mojito ligero en bares donde se comenta que la gente lee sueños y pensamientos, quizás torcidos
Me encantan las camas que están y no están, que desaparecen en un abrir y cerrar de ojos, pero siempre disponibles. Un punto más a favor por la franquicia sueca de mobiliario impersonal ;)
Me quedo con la idea de que algún día yo también disfrutaré de la tranquilidad de una casa en la que se puede desayunar en una enorme terraza mientras ves los tejados de tu ciudad.
Gracias!
Granada el domingo al despetar
gracias a ti Rocho..y buen viajeee!
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