domingo, 7 de febrero de 2010

Granada pausada

Aunque el tiempo fue breve, el encuentro fue tranquilo. Dió tiempo para hablar, y mucho, de lo absurdo como puede ser la historia de gran hermano hasta la seriedad del objetivo de estudio de muchos años, como son las fronteras. En un momento en el que yo cruzo una frontera con un pasaporte que abre mares, cruza continentes, salta lugares estrechos que a veces son demasiado anchos… eso es fortuna!

Que bonito es empezar el viaje con amigos, en casas que te tratan con la grandiosidad de un invitado y la naturalidad de un día de diario. Disfrutar de un mojito ligero en bares donde  se comenta que la gente lee sueños y pensamientos, quizás torcidos

Me encantan las camas que están y no están, que desaparecen en un abrir y cerrar de ojos, pero siempre disponibles. Un punto más a favor por la franquicia sueca de mobiliario impersonal ;)

Me quedo con la idea de que algún día yo también disfrutaré de la tranquilidad de una casa en la que se puede desayunar en una enorme terraza mientras ves los tejados de tu ciudad.

Gracias!

  Granada el domingo al despetar




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